Todo comenzó en 1.927
cuando un famoso arqueólogo llamado Mejia Xespe, fue informado sobre la
presencia de unos misteriosos jeroglíficos o líneas trazadas sobre el suelo de
la costa Peruana. A pesar de lo interesante que era el tema, no se le dedicó
mayor atención que el de clasificar el descubrimiento para su posterior
estudio. Pero fue ese mismo año, que llegó a Perú otro investigador, el doctor
Paul Kosok, quien se mostró muy atraído por estas expresiones precolombinas,
cuando en uno de sus primeros recorridos por el sur del país, al detenerse en
lo alto de una meseta, pudo observar extensas líneas multiformes en ambos lados
de la carretera, cerca de las montañas.
Grande fue su asombro
cuando Kosok, el mismo día del descubrimiento, al proyectar los trazos en su
tablero de aquellos supuestos caminos, pudo ver que uno de los dibujos adquiría
la forma inconfundible de un pájaro en pleno vuelo.
¿Pero habría encontrado la llave del enigma?
¿Pero habría encontrado la llave del enigma?
Kosok entendió que se
hallaba silenciosamente esparcido en estos dibujos lo que podía constituir el
Libro de Astronomía más Grande del Mundo. Estas misteriosas líneas, se
extienden en un perímetro de 50 kilómetros de longitud y 15 kilómetros de
ancho, y en este citado perímetro, están comprendidas cuatro pampas: Palpa,
Ingenio, Nazca y Socos, localizadas entre los kilómetros 419 y 465 de la
carretera Panamericana Sur. El suelo de aquella región, que además es una de
las más secas y desérticas del mundo, es de color marrón, pero bajo esta
primera capa se esconde otra de color amarillo, así que cuando se camina por
aquellos lugares una pisada deja una extraña y duradera mancha blanca que no
deja de ser misteriosamente inquietante.
En 1946, Kosok regresó a
su país, no sin antes sugerir a María Reiche, que le había asistido en las
investigaciones, continuar con el estudio de los dibujos que él había empezado
a descifrar. María dedicaría su vida a esa labor.
Según M. Reiche suman más
de treinta los geoglifos hasta hoy encontrados en las Pampas de Nazca. Se trata
de animales marinos y terrestres, figuras geométricas y humanas.
Entre los geoglifos de
mayor tamaño están un pájaro de casi 300 m, un lagarto de 180 m, un pelícano de
135 m, un cóndor de 135 m, un mono de 135 m y una araña de 42 metros. Estas
dimensiones son motivo de admiración. Reiche comenta que hay un ave tan grande
que uno puede colocarse en la punta de una de sus alas y no se puede ver ni la
cabeza, ni la otra ala, sólo es posible percibir unas pocas líneas sobre el
suelo, se tendría que sobrevolar el área para poder apreciarla en su conjunto.
Por el contrario, la figura más pequeña encontrada hasta el momento es un
espiral que tiene un diámetro de 3 metros.
Entre los diseños de los
animales que se perciben en Nazca figuran: una ballena, un perro con patas y
cola largas, dos llamas, diversas aves como la garza, la grulla, el pelícano,
la gaviota, el colibrí y el loro. En la categoría de reptiles, un lagarto, que
fue cortado al construirse la Panamericana Sur, una iguana y una serpiente. Por
otro lado se encuentran las imponentes figuras del mono, la araña y el caracol,
entre otros.
Los Misterios
El Mono - Mapa de la vía Láctea y las Pléyades
Los Misterios
El Mono - Mapa de la vía Láctea y las Pléyades
Han surgido multitud de
conjeturas. Muchas razonadas antropológica e históricamente hablando, otras
bordeando la ficción como la de Von Daniken, quien en su libro La respuesta de
los Dioses, llega a afirmar que se podía tratar de señales y pistas de aterrizaje
para naves extraterrestres.
Lo que sí es cierto, es
que muchos siglos antes del surgimiento del Imperio Inca, se construyeron y
realizaron las misteriosas líneas de Nazca.
Las atrevidas teorías de
Von Daniken, han dado pie a otras derivadas de la inicial, ya que algunos
estudiosos han creído ver la figura de un hombre volando.
Se habla de unos
misteriosos y diabólicos hombres lechuza, enigmáticas leyendas populares, que
en este aspecto, se tienen pruebas palpables debido a la cerámica Nazca. Pero M.
Reiche, las define como, el extraño testimonio y legado de las antiguas
culturas Peruanas. Las líneas de las Pampas de Nazca, son nada menos que una
historia documental de la ciencia y de los hombres de ciencia del Perú
prehispánico.
En ella se encuentra
registrada una tradición científica en donde los antiguos Peruanos
desarrollaron un abecedario, para anotar los más importantes acontecimientos
astronómicos de aquellos días. Las Pampas de Nazca son las páginas de un libro
escrito con este extraño alfabeto. Las líneas de Nazca son el testimonio
gráfico de la forma como aquellos seres superiores dominaron la relación entre
los fenómenos celestes y nuestro planeta.
Lo que sí se sabe es que
los antiguos Nazcas realizaban extrañas y enigmáticas ceremonias mágico
religiosas en diversas épocas del año. Y que se tiene también que asumir que
los Nazcas estudiaban el cosmos, desde aquellos parajes y lograron una maestría
en establecer la relación cósmica, entre los fenómenos celestes y el planeta
tierra.